Una de las mayores preocupaciones de los padres de familia al elegir un kinder bilingüe para sus hijos es saber si podrán adaptarse fácilmente a la dinámica escolar cuando ingresen, sobre todo cuando es la primera vez que van a la escuela.
Este proceso no tiene por qué ser difícil si el colegio cuenta con las estrategias adecuadas para que los niños empiecen a sentir confianza con las maestras. Por lo que resulta muy importante elegir un kinder bilingüe que priorice este tiempo de adaptación y le brinde a los alumnos nuevos el espacio para sentirse cómodos.
En los primeros días de clases, el grupo se divide para asistir en dos horarios distintos; de esta manera, la incorporación al salón y la convivencia se pueden dar poco a poco, primero con un menor número de compañeros.
Al principio, el tiempo que se quedan en la escuela es de únicamente dos horas y los padres los acompañan a realizar sus primeras actividades: exploran juntos el salón, buscan materiales para manipular e invitan a otros compañeros a jugar.
El número reducido de alumnos facilita una atención focalizada en las necesidades de cada nuevo integrante del salón, y es un aspecto decisivo para que los niños puedan entrar en confianza con las maestras y generar un vínculo.
Las primeras dinámicas se llevan a cabo entre padres, alumnos y maestras. Este momento sirve de enlace entre todos, y es importante porque los niños pueden percibir que sus papás confían en el personal educativo. Esto, además, les ayuda a quedarse en el colegio sin sentir angustia por la ausencia de sus padres.
En el grupo hay dos educadoras: una mexicana y otra alemana, así que, en todo momento, los niños tienen la oportunidad de relacionarse en su lengua materna con cualquiera de las dos. Además, las dinámicas en alemán están acompañadas de mímicas y gestos, para que los alumnos puedan empezar a familiarizarse con el idioma.
Las fiestas y tradiciones tanto mexicanas como alemanas se celebran de manera intercalada desde el inicio del ciclo escolar, por lo que la biculturalidad se vive de manera natural desde que ingresan a nuestro Colegio, en un proceso que los niños pueden disfrutar.
Días antes de iniciar las clases, el Colegio hace una junta personalizada con los padres de familia para resolver sus dudas, conocer la situación individual de cada niño y explicarles las dinámicas de los primeros días.
La fase de adaptación suele tomar menos de una semana, pero es clave para que los niños asistan con gusto durante todo el periodo de preescolar. Por lo cual es una etapa importante, que hará que el cambio de la dinámica familiar al Colegio sea lo más agradable posible.
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