¿Tus hijos no aceptan un “no” por respuesta? ¿Constantemente tienes problemas con ellos porque no respetan las reglas? ¿Ya no sabes de qué forma hacer valer tu palabra? Si respondiste afirmativamente a más de una de las preguntas anteriores, te aconsejamos poner especial atención, porque seguramente te estás convirtiendo en un padre permisivo.
Respecto a las consecuencias, la directora del Centro de Especialización en Estudios Psicológicos de la Infancia (CEEPI), Claudia Sotelo Arias, asegura que “el problema no sólo se sufrirá en el hogar, sino en la convivencia con otras personas. No se trata de ser autoritarios ni de imponer, se trata de ser una figura de autoridad siendo padres comprensivos y flexibles, sin afectar al niño”.
Si deseas brindarles mayores competencias afectivas y sociales a tus pequeños, lo mejor es marcarles reglas y consecuencias claras que les ayuden a relacionarse de manera positiva con su entorno y que los motive a consolidar relaciones sociales. Te invitamos a analizar estos dos efectivos consejos. ¡Toma nota!
1. Marca los límites
Un niño sin límites crecerá sintiéndose inseguro y con poca autoestima. Los límites les dan mucha seguridad, pues saben qué pueden hacer y qué sucede si la regla se rompe. Tú tienes claro lo que esperas de tus hijos, pero quizás no se los has expresado de forma asertiva. Es indispensable que los niños sepan los límites que existen, las reglas que hay en casa y, sobre todo, las consecuencias de no seguirlas. No te olvides de que éstas no deben depender de tu estado de ánimo, ¡Las reglas son siempre las mismas!
Te aconsejamos tener una reunión familiar en donde dejes clara esta información. Incluso, si tus hijos ya tienen más de seis años, podrías pedirles que hagan la lista por escrito ellos mismos y comprendan por qué se debe vivir bajo estos esquemas de respeto y buena convivencia. Acuerden en familia las reglas y las consecuencias, escríbanlas y pónganlas donde todos las vean. Recurre a este reglamento cuando sea necesario y trata de que la consecuencia se cumpla para todos los integrantes, sólo así dejarás de ser la mala persona que siempre castiga.
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2. Aplaude su disciplina
Si reconoces el esfuerzo de tus pequeños por respetar los límites, se sentirán más contentos de seguir este patrón de conducta. Hazles saber que notas y valoras su cambio de conducta.
En muchas ocasiones darles un reconocimiento a tus hijos es importante, el secreto está en elegir qué darles. Puedes dejarles una notita en su lonchera o almohada, el pez que tanto han pedido o nuevas semillas para plantar en el jardín. Evita que estos reconocimientos sean materiales, de lo contrario no aprenderán a ser responsables, pacientes, tolerantes, etc. Tampoco es recomendable reconocer todo constantemente, pues esto afectará su autoestima a largo plazo.
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